Venezuela, el más perfecto resumen natural de la tierra. Playas bonitas, impactantes montañas, llanos y desiertos, sabanas y selvas, frio y calor, sol y lluvia. Llevo días pensando en escribir sobre mi viaje al país, y siento esa emoción que te genera el hecho de cumplir por fin un sueño. No fue fácil la decisión de adentrarme en la aventura. Por la situación de Venezuela. Sin duda alguna puedo afirmar que afrontar ese miedo ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.
Como explicarle a tu entorno europeo, totalmente mediatizado y aterrorizado por el sistema, que en pleno 2018 te vas a un país en la situación de Venezuela, sola con 22 años y siendo mujer. En la presentación expliqué que empecé a trabajar de Ingeniera. La empresa cerraba en agosto y no podía ir a trabajar, me decidí a hacer una de las actividades que más me llenan en esta vida, viajar. Tenía dos semanas para exprimir al máximo. Ningún amigo/familiar disponible, y unas ganas efervescentes de visitar la gran República Bolivariana de Venezuela.
Porqué Venezuela os preguntareis. Pues por dos cosas. Por su exuberante naturaleza, y hablando en plata, porque estoy hasta los cojones de este sistema capitalista impuesto que nos degrada como especie. Me nace la necesidad de explorar en primera persona realidades alternativas. Por eso decidí sentir la situación de Venezuela en persona.
Siempre que escribo un artículo, me paro unos segundos en silencio a escuchar mi interior. Solo con el corazón se puede ofrecer calidad y en este caso no va a ser menos. Ya ha quedado claro en la presentación que el nuevo orden mundial que invierte millones y millones en tenernos sometidos y desconectados de nosotros mismos no va conmigo. No obstante, quiero aclarar que no me siento portadora de ninguna verdad. Desconozco por completo la realidad del mundo. Pero hay cosas que no me cuadran, y simplemente busco la coherencia.
Es por esa razón que desde que me puse en serio a investigar y a divisar las causas de ese vacío existencial que yo sentía, inevitablemente me topé con la política. Porque la política no es algo externo a la vida cotidiana.
La política se define como la organización de la sociedad humana y cada uno de nosotros forma parte de ella. Por lo tanto, la política empieza por nuestra organización y gestión personal. Ésta a su vez depende de nuestros deseos, nuestras creencias, nuestros miedos, nuestras vergüenzas, nuestros razonamientos, y por ahí se va la lista. Entonces yo entiendo la política como el conjunto de almas que conviven o más bien que lo intentan jajajaja.
No me voy a andar con rodeos. La situación de Venezuela me es muy similar a otra miles. Diferentes rincones durante toda la historia nueva se han revelado y han dicho basta. Casualmente todos han sido “visitados” por ese poder que dios sabe donde está y cuanto abarca pero que se palpa.
A alguien le suena, Libia, Irán, Siria, Argentina el corralito, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Londres, Barcelona, Madrid, la heroica Grecia, Vietnam, Rusia y métele África entera. Ese continente ya es una tragedia en sí mismo. No es que yo me crea politóloga o antropóloga pero que África sea el continente más rico en recursos naturales y el más pobre a la vez y que Europa esa lo contrario, huele a chamusquina.
Yo no se el porqué, ni creo que exista una sola verdad. Mi ansiedad por la libertad personal no me permitía quedarme en la superficie del tema y decidí viajar a conocer la realidad de cerca.
Me puse en contacto con un amigo venezolano que estaba visitando a sus hijos en España. Quería que me facilitara información y ayuda para ir a Caracas. Sinceramente ha día de hoy sin un contacto dentro del país sale el viaje bastante caro. El cambio monetario oficial, es muy diferente al cambio en negro. Sin una tarjeta de crédito nacional, es prácticamente imposible moverse con el cambio extraoficial. Yo desde luego desconozco la manera. La moneda física es prácticamente inexistente. Todo se mueve por tarjeta (en digital), pues debido al tráfico de moneda el gobierno ha decidido cortar la producción de billetes para evitar que se devalúe aún mas.
Por ese motivo tener un contacto de fiar es imprescindible. Uno, para disponer de una tarjeta de crédito nacional con la que moverte. Dos, para que te facilite el contacto o medios para hacerte el cambio de tu moneda a bolívares con la tasa extraoficial directamente a esa tarjeta nacional. De todas formas, he conocido gente que ha ido a Venezuela con una tarjeta extranjera y han podido viajar sin problemas. A un costo 10 veces mayor. Si consigues gestionarte con el cambio extraoficial, la situación de Venezuela lo convierte en uno de los países más baratos del mundo.
En dos semanas que estuve allí no pude gastar 200€ por más que me esforcé. Cuatro mojitos no llegaban a un 1€. Un pasaje de autobús desde Caracas hasta Puerto Ordaz (1000km) 1€. La comida también es muy barata para una persona extranjera. No obstante cosas como la ropa, los coches y la tecnología (móviles, ordenadores etc.) están dolarizados y tienen un precio similar al europeo. Eso hace muy inaccesible estos bienes en la situación de Venezuela, para el habitante local.
El mundo debe saber que Venezuela es un país extremadamente rico en recursos naturales. Por lo tanto no es de extrañar que esté en disputa el control sobre ellos.
Como mi viaje era corto me tuve que delimitar la zona aexplorar según mis preferencias. No tenia tiempo y el país es más grande que España. Después de unas leves dudas decidí ir al Estado Bolívar. Concretamente a la selva. A ver la cascada más alta del mundo, EL SALTO DEL ANGEL .Considerada una de las maravillas naturales del mundo y de la cual no podía haber investigado más. La obsesión llegó a tal punto que el pilar fundamental del viaje era conocer esa región. Lo contrario me sumía en una especie de frustración vital, roya pataleta infantil que parece que se le va la vida al niño ajajajaja.
Conjunto deportivo comprado en Caracas 15$.
Salto del Angel, mirado desde abajo.
La cosa fue que un par noches de insomnio, me bastaron para convencerme que la vida empieza detrás del miedo. Sin avisar a nadie me compré los vuelos. Después tuve que decírselo a mis padres. Los pobres ya están curaditos de espanto y no se escandalizaron demasiado. Tengo que confesar que se notaba que se estaban conteniendo para no coger y explotar en pánico. Organicé algunos asuntos de carácter logístico con mi amigo en España y el viernes después de trabajar me planté con mis dos mejores amigas en el Prat de Barcelona.
No voy a negar que me fui muerta de miedo para allí. No tenia intención de sucumbir a esa sensación y perderme esa maravilla de país. Llegué un sábado a las ocho de la noche. En Venezuela anochece muy temprano durante todo el año, por su posición geográfica cercana al ecuador. Los familiares de mi contacto que me venían a buscar no estaban en la salida del aeropuerto. Ya desde el minuto uno fiesta, tócate los jjajajaj. Me acordé de una experiencia que tuve en un hostal de Peru. Ahora rebajada a una cuarta parte y decidí hacer lo que no hice en el pasado, actuar, reaccionar.
Yo sabía que alguna razón había para encontrarme en esa situación. Amablemente le pedí a una muchacha que me dejara llamar. Sin problemas me dejo su móvil y contacte con ellos. Se habían retrasado, pero ya venían de camino. Estuvimos hablando un rato largo con la chica sobre la situación de Venezuela. Al final nos dimos los teléfonos para ir a la playa un día.
Así de fácil es hacer amigos en Venezuela. A partir de allí nos dirigimos para la casa y se dio inicio a la aventura. La emoción que yo sentía hacía que una farola, un techo, una carretera, un edificio fueran lo más impresionante y característico de Caracas. Eso me suele pasar siempre que viajo, la adrenalina transforma mi visión de las cosas.
Primeras impresiones de Caracas de día, desde mi habitación.
Durante el transcurso de los días compartí con muchas personas. Cada una con una opinión diferente. Con ideas parecidas y con ideas opuestas, pero todos sufriendo las consecuencias de la guerra. Lo siento están en guerra, aunque no se haya realizado una intervención militar. Algunos son conscientes, algunos inconscientes, algunos convencidos de luchar, algunos rendidos, enfadados, indignados, decepcionados, motivados y agradecidos. Pero con algo en común, la voluntad de ayudar al prójimo y el cachondeo. Se pasan el día ingeniando la broma perfecta. Han desarrollado una técnica exquisita. Yo creo que ya se traspasa de generación en generación.
En dos semanas no me dio tiempo a recorrer con profundidad el país y palpar intensamente la realidad. Existen varios datos curiosos que me permitieron esquematizar un poco las circunstancias de esa guerra. Una de las cosas que mas me ayudó a entender la realidad fue un libro que cayó en mis manos por casualidad. Una mañana decidí entrar en una librería con el objetivo de ver qué libros se vendían.
Yo quería mimetizarme profundamente en la cotidianidad del país. La mejor opción era comportarme como una ciudadana, más que como una turista. Iba a hacer la comprar, cocinaba, iba al banco, salía a tomar café, hacíamos reuniones “familiares” con mi amigo y su familia. Esa mañana entrar en la librería me pareció de lo más común.
Cocinando, atún salteado con pasta y plátano frito para cenar.
Supermercado donde compramos detergente para lavadoras.
Mirando entre los libros encontré unos cuatro libros, de papel muy fino, portadas algo picadas por las esquinas y con un mensaje directo. La muerte de Hugo Chávez de (AUTOR: Astolfo Sangronis Godody). Leí como aquel que dice en diagonal el reverso y sin pensarlo más lo compré. Confieso que la cantidad de información contenida me sobrepasó con creces. Era leer una pagina, alucinar con lo que acababa de leer y olvidarlo por no ser capaz de retener tal densidad de datos. Bajo mi humilde opinión es un muy buen resumen del caos.
A parte del libro, me esforcé por conversar y compartir conversaciones de todo tipo con todo aquel que se me presentara en el camino. No era una tarea fácil, puesto que el tema político en la situación de Venezuela, genera una tensión palpable en el ambiente. Se debe tener especial cuidado en las palabras y tonos utilizados. No sonar agresivo o invasivo. Yo sencillamente intentaba dentro de lo que mi condición humana me permite ajajaja, dirigirme desde una posición neutra con tal de que la persona se sintiese agusto, escuchada y sobretodo no juzgada.
Una de las reflexiones que más me permitió adquirir una visión global, no solo de la situación de Venezuela sino de como se gestiona el mundo actualmente fue una conversación con mi amigo. La producción en el país. Todo empezó cuando le pregunté acerca de la marca de móviles nacional que creó el modelo Vergatario. Yo tenía en la mente un discurso de Chávez hablando del lanzamiento de este dispositivo junto a la marca nacional de autos con dos modelos. En coche y en camioneta.
La conclusión fue que desde la llegada de la revolución el país había iniciado un proceso hacia la independencia del petróleo como única fuente de ingresos. O amenos se intentó. La industria alimentaria se había desarrollado en ganadería y en agricultura. La industria de la medicina también se había consolidado y las universidades se habían multiplicado.
El problema empezó con la muerte de Chávez. La situación de Venezuela empezó a desestabilizarse y no supieron o no quisieron gestionar la producción que se había iniciado. Después la conversación ramificó y acabamos hablando de la gestión económica mundial. La visión que obtuve es que, si un país no tiene absolutamente toda la cadena de producción de un producto, en el momento que el país que si la tiene decide no subministrarle más alguno de los componentes para su obtención, el producto ya no se puede fabricar. O se vuelve muy complicado y lento.
En realidad, el mundo ya está diseñado para que así sea. Si hacemos un pequeño estudio podremos ver que solo tres o cuatro países en el mundo poseen la cadena productiva completa de los productos. Por lo tanto son los dueños del mundo. España mismo sin ir más lejos. Si se decidiera desde el exterior hacerle un embargo y se alinearan las cuatro potencias mundiales, nos podrían condicionar mucho.
El transporte es uno de los puntos más críticos que está sufriendo el país. El vehículo propio es casi imposible de mantener y el público tiene muy pocos dispositivos operativos. Conseguir el pasaje a Puerto Ordaz fue una de las anécdotas más conmovedoras en mi estancia en el país.
El tema de la salud no tuve mucha ocasión de tratarlo he investigarlo. Existen farmacias, en Caracas sobretodo. Es cierto que los productos no son constantes y puedes encontrarte que no haya. En cuanto a los medicamentos y tratamientos más sofisticados también está difícil la cosa. El embargo es tan profundo que no pasa desapercibido por la tecnología médica. El bloqueo estadounidense de transacciones financieras imposibilita mucho los pagos. Retrasa la obtención de los servicios y bienes. Por otro lado, se habla mucho de el control financiero del gobierno. Le culpan de impedir a las empresas el comercio.
Sean chavistas, de centro o de oposición todos coinciden en la alta tasa de impunidad. Cosa que se comparte con el resto de los países en Sudamérica. Un ejemplo la anécdota del hostal sant Gabriel en Cuzco(Peru).
Mucha gente, incluso revolucionarios, opinan que hay mucha corrupción en el gobierno. Algunos indican que es fruto de la infiltración y la extorsión a funcionarios como método de desestabilización. Otros indican que la muerte de Chávez inició un proceso de reposicionamiento de fuerzas internas. Cada fracción de poder quiso agarrar su porción. Hay quien cree que se juntó con la gente que no debía. O que viven un régimen dictatorial.
Yo creo que es una mezcla de todo. Nadie tiene la verdad absoluta y la diversidad de opiniones es muy diversa. A todos ellos los respeto. Con todos ellos me relacioné, me sinceré y disfruté. Todo eso es lo que hace de viajar un seguido de momentos mágicos que se ven, se oyen, se huelen, se sienten y son merecedores de la preciada existencia.
Más datos curiosos es que no vi a nadie durmiendo en la calle. Eso me impacto profundamente. Vi comida en las fruterías. La vi en los colmados y en los supermercados. Es cierto que quizás el producto que justamente quieres no lo tienes de inmediato. Tarde dos días en conseguir mantequilla. En ciudad bolívar se cortó el agua por una semana. Por falta de químicos en la depuradora y en Maracay se iba la luz cada dos por tres. Según me contaban.
Y yo me pregunto. Todo eso ya pasa en África, en Asia y en el resto de Sudamérica. Pasa en los barrios de las 3000 casas en Sevilla. En el sur de Italia, pasa en los barrios marginales de Francia, y los campamentos de indigentes a las afueras de todas las ciudades de estados unidos. Eso está pasando en el capitalismo mas feroz. Sin necesidad de una supuesta agresión externa. Es por eso por lo que es inevitable que me cuestione que verdad hay dentro de la información con la que nos bombardean. Que hay detrás de la que ocultan.
La seguridad es otro de los factores clave a priorizar por un turista. Venezuela y en especial Caracas. Están considerados uno de los lugares más peligrosos del mundo. Está bien, yo me lo creo. Cualquier persona con la que hables tendrá alguna historia mas o menos violenta que contarte. Pero yo llego a pisar Venezuela sin un ápice de miedo preventivo en mi consciencia y no hubiese palpado inseguridad en ningún momento.
La realidad es que llegué cagada a Caracas. Mi cuerpo ya estaba en modo alerta desde el minuto uno. Mis contactos, que son como familia me animaron mucho a visitar el país. La situación de Venezuela esta fuerte me dijeron. Ves tranquila, como una más y no pasará nada. Evidentemente me aconsejaron prudencia, ir acompañada y vigilar las horas de salida.
Eso fue lo que hice y lo que pasó. Una de las cosas que más me gustaba era coger un taxi, un bus, una camioneta o cualquier medio de transporte y que la música estuviera a tope. En ese momento con la música rumbera típica, mirando por la ventana esos paisajes, esas casitas de colores, esas personas morenas sonrientes. Las personas del autobús cantando al unísono. El tiempo se paraba y te decía, toma aquí tienes, la verdadera felicidad.
Me fui de Venezuela con un cumulo de sensaciones extrañas en el estomago. Agradecida por todo lo que me aportó esa sociedad tan alegre. Esa naturaleza exuberante y más que nunca convencida de que vivimos en una sociedad de excesos. La vida es muy sencilla.