Como muchos otros turistas en Turquía, nosotros también acabamos en Ankara. Hay mil motivos por los que puedes acabar en la capital turca: visados, aeropuerto, tour a la Capadocia o por simple localización física. Ankara está en el medio, como el jueves, y muchas veces toca pasar por la ciudad sí o sí.
Motivos por los que merece la pena ir a Ankara
1. Visados
Muchos viajeros pasamos por Turquía como parte de nuestro viaje y continuamos hacia el este o el norte. Ankara es la capital de Turquía, y por ese motivo es la sede de las embajadas de todos los países en este país. En muchas ocasiones, ir a la embajada o consulado es la única manera de conseguir un visado. Es el caso de Irán, donde nosotros nos dirigimos después de Turquía. En este enlace encontrarás la manera de conseguir el visado a Irán.
2. Punto de partida para ir a la Capadocia
Muchos turistas llegan a Ankara para hacer una ruta por la Capadocia. Desde la capital de Turquía salen todo tipo de tours organizados a la zona. Igualmente, si eres un viajero que quiere visitar la Capadocia, esta ciudad es un punto de partida excelente ya que por carretera está muy bien comunicada. No olvides visitar el post de la Capadocia para ver cómo salir de la ciudad haciendo autostop.
3. Visitar el mausoleo de Atatürk si eres fan
Es básicamente el único atractivo turístico de la ciudad junto con el museo de las civilizaciones anatólicas.
Este mausoleo, llamado Antibakir es enorme y la verdad que impresiona. El líder turco descansa entre sus paredes. Muchos turcos viajan a la ciudad a rendir homenaje a este héroe. Nosotros, los turistas, nos acercamos por curiosidad.
Motivos por los que no merece la pena ir a Ankara
1. Visitar la ciudad
¿Me molesto en visitar Ankara o paso de largo?
En nuestra opinión, si nos tuviéramos que detener en todos los sitios que tuvieran un interés turístico similar al de Ankara, nunca avanzaríamos en nuestro viaje. Está claro que hay cosas que ver, pero no más que en otra ciudad cualquiera de Turquía u Oriente Medio. Los edificios son normales, las calles normales, todo normal, nada excitante.
Nosotros nos alojamos a través de CouchSurfing y nos encontrábamos alejados del centro de la ciudad. Cuándo cogimos el metro (que solo tiene dos líneas) decidimos bajarnos cerca del mausoleo de Atatürk, Anitbakir. A parte del mausoleo, que es de dimensiones extra grandes, no había nada más.
Desde allí, decidimos acercarnos al centro de la ciudad. Caminamos y caminamos y no encontrábamos a la gente. Decidimos pararnos a comer en una taberna para mirar el mapa y ver si íbamos en la dirección correcta. Efectivamente estábamos a dos calles de la parada de metro más céntrica.
Felices después de haber encontrado a la gente en Ankara
¡¡Una vez cruzadas las dos calles encontramos a la gente!! ¡¡Qué alegría!!
Esto es solo una historia que ejemplifica lo poco dinámica, socialmente hablando, que es la ciudad. Hay mucha gente pero todos están escondidos en casa o en el trabajo. Esto es lo que pasa cuando quieres visitar Ankara.