Perú es un país para disfrutar del mundo andino. En esta ocasión os presentamos una de las montañas más originales. La montaña de los 7 colores. También llamada Winikunka en idioma Quechua. Se dice que solo existen dos ejemplares en el mundo como esta montaña. Una en Perú y otra en China.

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Los colores se ordenan solo si consigues llegar al pico!!

Ubicación de la montaña de los 7 colores en los Andes Peruanos

La montaña de los 7 colores está situada en un pequeño pueblo llamado Pitumarca, a unas 3 horas de Cusco ciudad. Ésta pertenece al nevado Ausangate, la quinta montaña más alta de Perú.

Cuenta la leyenda que Salkantay y Aguasante, eran dos hermanos de Cusco. Debido a una de las peores sequías de la región, estos se separaron en busca de oportunidades. Salkantay se fue al norte y Ausangate al sur.

Existe un trakking muy chulo al pico Salkantay y accesible para la mayoría de las personas. En este artículo explicamos como hacerlo.

Desde la montaña de colores se puede apreciar la imperiosidad del pico Ausangate y demás accidentes geográficos que lo acompañan. Como la montaña de colores.

Aguasante visto desde el pico de la montaña de los 7 colores!

Salkantay el primer día de travesía!

Montaña de los 7 colores con tour contratado

Esta es la opción que yo conozco. Contraté el tour en Cusco. Con una agencia experimentada en ello. Podréis comprobar que la plaza y las calles de esta ciudad, están repletas de compañías turísticas. Todas haces mas o menos los mismos paquetes.

Cuesta alrededor de los 200 soles la excursión de todo el día. Al cambio, unos 80 euros. Te recogen en tu hospedaje a las tres de la mañana en furgoneta. Después viajáis durante unas 3 horas hasta la falda de la montaña.

Mi experiencia en la furgoneta fue un poco caótica. Teniendo en cuenta que el conductor nada mas subirme, a las 3 de la mañana me dijo. “No he dormido nada en toda la noche y tengo sueño”. Me recorrió el cuerpo jajaja. La solución fue hablar durante todo el viaje y mascar coca.

La conducción en Perú es de la más caótica que he vivido nunca. Tengo un relato sobre accidentes de trafico en Perú.

¿ Es difícil subir la montaña de los 7 colores?

Antes de empezar a subir la montaña te dan un buen desayuno.

Aviso:  Hace bastante frio. La montaña se encuentra a 5.100 metros de altura. La ascensión se inicia desde unos 4.300 metros mas o menos. Así que ya podéis haceros una idea de las condiciones climáticas. Se empieza a subir alrededor de las 7 de la mañana y se suele estar abajo a las 5 de la tarde.

La excursión (como otras en los andes), se puede hacer a pie o en burro. Subir en burro tiene un precio adicional de unos 50-80 soles. Al cambio unos 10-15 euros. Se puede contratar directamente allí. Incluso en medio de la expedición. Los habitantes de la zona se encargan de acompañarte y guiar al animal.

Subida montaña de los 7 colores

La inmensidad de los andes desde un punto cercano al pico.

Paisaje cálido brindado por los andes en la bajada.

Experiencia personal subiendo la montaña de los 7 colores

Empezamos a subir a las 7.15 de la mañana. El sol ya brillaba fuertemente y el desayuno nos había dado alegría.

Ya desde el principio usé la técnica para el mal de altura. Mas que nada para aguantar. No es lo mismo caminar a 1.000 metros sobre el nivel del mar, que a 4.500. Vamos que no tiene nada que ver. Se basa en dar pasitos cortos y controlar la respiración. No obstante, los guías están equipados con sistemas de respiración asistida.

Chino chano, hablando con este, con aquel, fuimos sobrellevando la subida. La verdad es que el paisaje invitaba a sentarse y relajarse. Los andes son como cualquier cordillera, pero a lo gigante y eso impacta.

La montaña de los 7 colores se caracteriza por tonos turquesa, dorados, magentas y verdes entre otros. Por el camino se pueden ir apreciando estos rasgos, pero es cuando estás arriba que se palpan ordenados y simétricos.

El valle que aguarda la montaña de los 7 colores es majestuoso y emocionante. No solo por su dimensión, sino por las diferentes geografías que te encuentras. Hay lugares verdes, donde pastan las llamas y las ovejas.

También existen zonas áridas donde se empiezan a divisar la colección de colores procedentes de los minerales. Y por último existen las zonas más altas, donde están los picos de los nevados. Estructuras rocosas impregnadas de nieve durante todo el año. Por supuesto no crece ni un árbol.

Conforme fue aumentando la altura mis pulmones fueron necesitando mas impulso para abastecerme de oxigeno. Ya no me bastaba con los pasitos cortos y la respiración consciente.

Fue la única vez que vi como a una señora la asistían con la bombona de aire. Realmente los últimos 300 metros (en altura) son durillos. En especial los últimos 100 metros yo pensaba que no podría hacerlos.

Hasta los burros se quedan a 100 metros de la cima. Ya no suben más. Si quieres coronar la montaña de los 7 colores debes subir si o si los últimos metros a pie.

Intenté subirlos de lado, de espaldas, de rodillas, a pasos cortos, a largos. Mi cerebro solo quería rendirse. Pero no. Cada dos pasos paraban y respiraba. Así fue como conquiste la cima de la montaña de los 7 colores.

Al llegar arriba se ve el Ausangate y otros picos nevados. El frio que hace a 5.100 metros es considerable. Intentar hacerte una foto sin nadie de fondo también es otro reto jajajaj. En la cima pasamos unos quince minutos y empezamos el descenso.

montaña de los 7 colores pico oeste

La otra cara, segundo regalo por haber llegado.

Bajar con la inmensidad rodeándote es una sensación digna de vivir. No me extraña que el Nacional Geográfico catalogué la montaña de los 7 colores como uno de los 100 lugares que debes visitar antes de morir.

Recuerdo con especial cariño, uno de los momentos más graciosos de la bajada y a la vez más cansados. Queda poco para llegar y empezaban a observarse rebaños de llamas.

De repente veo que bajan a toda pastilla unas 20 llamas hacia donde estábamos nosotros. Estupefacta por el espectáculo me limité a quedarme inmóvil esperando que frenaran o me esquivaran.

Vaya máquinas estos animales, al final con un derrape de alta calidad se me quedaron a medio metro. Suspiré aliviada. En el fondo había sido un momento eufórico.

Cuando llegamos de nuevo a la furgoneta de vuelta el guía hacía rato que había marchado. Si os pasa no os asustéis. Suelen subir varios grupos a la vez con diferentes guías. Te dan la libertad de ir a tu ritmo y siempre esperan a que regresen todos los excursionistas.

Al subir a la buseta de vuelta creí haber tocado el cielo. No sentamos delante para ver el paisaje y descansar. Inocentes de nosotros. El conductor claramente tenía una obsesión por los rallys.

La carretera que hay antes de llegar a la autopista esta sin asfaltar y entre la montaña y el precipicio. Iva loco por las curvas. Yo realmente pasé miedito. Lo mejor fue cuando llegamos a la autopista y empezó a ir súper lento. No podía entenderlo ajajja.

Al llegar a Cusco, una buena cena y una ducha caliente son los placeres que hacen del día una mezcla de sensaciones perfectas.

Sin duda ir a la montaña de colores fue un regalo caído del cielo. En un principio no lo teniamos siquiera planteado ir. Pero una huelga de trenes nos retrasó la partida al trekking de 6 dias en Salkantay y hicimos la montaña de los 7 colores.