1. Pensamientos en la oficina

Hoy no estoy inspirado… Pero me pregunto yo, ¿Cómo voy a estarlo en esta situación de anulación absoluta? Me levanto, desayuno, paseo a mi perro, cojo el coche y voy a trabajar, prácticamente de forma automática. Paso en la oficina 8 horas mirando una pantalla de ordenador con una hora y media de descanso para comer, llego a casa e intento hacer aquella cosa que me da tiempo a hacer (solamente una), vuelvo a casa, ceno y me voy a dormir después de haber visto un rato la tele.

No estoy diciendo que mi situación sea penosa, seguramente vivo mejor que la mayoría de la población mundial, o quizás tendríamos que plantearnos la pregunta de ¿qué es vivir bien? Y quizás la población europea no estamos tan bien. Estamos inmersos en un esclavismo suave, que se nos recompensa con el suficiente dinero como para mantenerte vivo y crear una familia a la que no te da tiempo a ver ni a disfrutar.

Y entonces, volviendo a la pregunta de la inspiración, en mi opinión nos faltan algunos “inputs” y nos sobran otros para poder desarrollar nuestras habilidades creativas.

Ahora mismo estoy escribiendo desde la oficina. OFICINA, palabra casi endemoniada. Hoy concretamente estoy aburrido porque no tengo prácticamente faena y mañana estaré estresado porque tendré mucha. Siempre con ganas de que el tiempo pase, de que la hora de comer llegue, de que las 18:30 lleguen, de que mi día se resuma en unas pocas horas oscuras por la tarde. Qué triste querer que pase la mayoría del tiempo que estás vivo…

Yo lo veo como un problema mayúsculo de esta sociedad. De verdad que no entiendo, mirando las caras de infelicidad de mis compañeros cómo tantísima gente se conforma con esta vida. Ni lo entiendo ni lo quiero entender. Éstas son sin duda palabras duras hacia mis compañeros, pero no puedo pensar hoy por hoy de otra manera.

Se acabó, no pienso entrar en el bucle de tiempo a cambio de dinero, que como dijo el gran Mujica “las cosas no se compran con dinero, sino con el tiempo que has gastado para ganar ese dinero”. ¿Estamos dispuestos a que nos engañen y nos hagan creer que necesitamos comprar cosas (en el sentido más amplio de la palabra)? O ¿podemos conseguir ser felices sin esta necesidad que nos ayudaría a crecer personalmente, socialmente y ambientalmente?

La temida oficina, dónde he pasado muchas horas, vista desde mi mesa

2. Una vez en mi casa, después de un poco de deporte y cena

Yo he decidido intentar ser feliz 100%, porque yo no creo que la felicidad son momentos puntuales, para mí la felicidad es plena o no es. Puede haber momentos alegres y tristes, pero si entendemos la palabra felicidad como la culminación del bienestar personal, eso no puede ir y venir.

Mi amiga y compañera de viaje, Beatriz Ortega y yo, Nil Garcia, hemos decidido irnos a conocer las diferentes culturas y formas de vida de este gran planeta, para aprender de ellas y compartir nuestras vivencias y conocimientos con todo aquel que esté interesado, tanto con datos prácticos de viaje como con experiencias más personales.

El día de irnos se acerca, estamos a mediados de noviembre y la idea es irse en febrero, lo antes posible. Al acercarse la fecha en la que emprenderemos nuestro viaje, nos damos cuenta de lo verde que está todo. Hemos decidido tener una página web y aún no tenemos ni idea de cómo usarla, queremos hacer un voluntariado en Grecia para empezar pero aún no hemos encontrado nada que nos motive 100%. De lo que estamos seguros es que en febrero nos vamos y que si no hay nada organizado habrá que improvisar. Al fin y al cabo, siempre hay que improvisar.

Yo a título personal considero que hemos sido cobardes al estar 6 meses ahorrando para poder irnos con algo con lo que empezar. Seguramente nos hubiesen surgido oportunidades de viajar y ganar dinero viajando sin necesidad de tener que pasar la experiencia de la oficina. Tanto Beatriz como yo pensamos que si quieres algo de verdad, la vida te lo dará, solo hay que pedirlo. Aun así estos ahorros que estamos consiguiendo nos permitirán ir sobre seguro una temporada y evitar el improvisar de una manera muy extrema (todo llegará).

Esperamos que dentro de una temporada seamos capaces de daros consejos acerca de ahorros que habría que llevar para iniciar un viaje y un método de vida alternativo viajando. Y si de verdad hemos sido cobardes o hemos sido previsores. Ojalá la respuesta sea que hemos sido cobardes y así animar a todo el mundo a iniciar este tipo de proyectos.

Hay tantos temas que me gustaría tratar en este blog y que trataré en un futuro que no puedo imaginar la cantidad de temas que se me irán ocurriendo mientras voy adquiriendo las nuevas vivencias que me proporcionará este viaje….

3. Me voy a dormir

Menos mal que almenos sigo durmiendo como una marmota…