El siguiente viaje parte desde Singapur, como todos los otros viajes realizados por el Sudeste Asiático. En este viaje a Filipinas, también cogimos un vuelo entre distintos puntos del país, concretamente entre Cebú y Puerto Princesa. El precio del vuelo entre Singapur y Cebú fue de unos 100 euros, el mismo precio que el vuelo entre Cebú y Puerto Princesa (siempre ida y vuelta).
El primer día que llegamos a Filipinas no podíamos esperar para ir a Bohol, en concreto a Panglao, dónde estaríamos los primeros días. Es un lugar perfecto para visitar la isla de Bohol por su buena comunicación, además de ser un sitio ideal por sus playas y ambiente joven. Igualmente, no os esperéis las aglomeraciones de turistas de otras zonas de Sudeste Asiático, aquí todo es más tranquilo, se respira una ambiente más calmado, más “chill”. No está de más dedicar unos días (o un día) a descansar, disfrutar de la playa y a conocer gente.
Desde aquí hicimos una de las excursiones que a mí más me ha gustado en toda mi experiencia de viajero y la mejor del viaje a Filipinas. La excursión a los Chocolate Hills, un parque nacional dónde encontramos colinas que recuerdan a bombones, y más cuando podemos encontrar decenas de ellos. El recurrido lo hicimos desde Panglao, en moto. Las carreteras están más que acondicionadas para hacer un recorrido de estas características incluso sin experiencia alguna. Igualmente, yo recomiendo que vayáis con cuidad. Nosotros éramos 10 personas y tuvimos 2 accidentes, que no fueron graves pero podrían haberlo sido. De las 10 personas solo 3 habíamos cogido una moto antes por lo que fue un riesgo importante que no sé si volvería a asumir.
Camino a «Chocolate Hills»
Lo más impactante del recorrido de Panglao a los Chocolate Hills fue la variedad de paisajes, playa, jungla, bosque, campos de arroz y finalmente los Chocolate Hills, cuya vegetación es hierba que durante la estación seca se vuelve marrón, recordando a bombones de chocolate. La entrada al mirador de los Chocolate Hills vale dinero, aunque no recuerdo ahora mismo cuánto me costó, sí que recuerdo que era más bien barata. El alquiler de la moto fueron unos 10 euros todo el día (gasolina aparte).
El viaje a Filipinas había empezó increíblemente bien e iba a continuar igual o mejor (excepto por los tres accidentes de moto que ya comenté). Nuestro próximo destino fue Oslob, ya en la isla de Cebú, donde visitamos Kawasan Falls y nadamos con tiburones ballena. Antes de continuar decir que si hoy volviese a Filipinas y quisiera nadar con tiburones ballena lo hubiese hecho de otra manera, de una manera más sostenible y no como lo hice en Oslob.
Nadar con tiburones ballena se realiza a partir de un puesto oficial que podréis encontrar con las palabras “Whale shark & Waterfalls Philipines, Cebú” en Google Maps. Los tiburones son atraídos hasta la costa con comida y allí los turistas se tiran y los ven pasar de cerca. Digo que es una manera poco sostenible de verlos por el simple hecho que se condiciona la rutina de estos animales que ya no buscan comida de forma natural y se convierten en simples atracciones. Al norte de la isla, en Donsol, se va a alta mar y se avistan los tiburones que pasan por ahí en sus migraciones para encontrar comida, sin ninguna interacción con el humano. Estos animales son herbívoros así que no os preocupéis, es 100% seguro nadar con ellos. El precio oscila entre los 15 y 20 euros, dependiendo del sitio y el nivel de la excursión.
Los pases se compran directamente en el lugar que os he indicado, no antes a nadie, que seguramente os intentará engañar.
La segunda excursión en la isla de Cebú fue a las Kawasan Falls, un lugar paradisiaco fuera del tópico de playa de Filipinas. Es un lugar perfecto para hacer barranquismo de baja intensidad con el objetivo de pasárselo bien saltando por barrancos y cascadas. Yo soy un poco cagado para estas cosas así que me tiré por pocos sitios. Mis amigos lo disfrutaron más que yo aunque solo con ver el agua turquesa, bañarte y tirarte por un par de sitios ya vale mucho la pena.
Después de este periodo de tiempo en medio de la naturaleza tocaba ir a Cebú, pasar la tarde ahí y dormir en la ciudad para continuar nuestro viaje a Filipinas, cogiendo un avión desde el Aeropuerto Internacional de Cebú hasta el Aeropuerto de Puerto Princesa. Desde el mismo aeropuerto fuimos a la estación de autobuses y cogimos el que iba a El Nido, nuestro último destino, y donde íbamos a pasar 5 días.
«Welcome to El Nido»
El Nido es espectacular. El turismo convive bastante bien con la naturaleza y la zona está poco explotada. Aunque ya veremos qué pasará en un futuro. Hay bastantes hostales y cualquiera es una buena opción. Ninguno estará lejos de la playa, por ser tan pequeño. El sitio es perfectamente seguro y nosotros no tuvimos ningún problema. Yo recomiendo siempre fiarse poco de las personas que intentan vender cualquier cosa.
La única anécdota que recuerdo desagradable fue cuando por la noche decidimos bañarnos desnudos en la playa. Era de noche, solo estábamos algunos amigos y decidimos bañarnos. Cuando nos estábamos quitando la ropa una bandada de filipinos apareció en la playa para mirar, lo que hizo que nos cortáramos y los tuvimos que echar del lugar. Muchos decidieron no bañarse ante esa sorpresa de los locales. La verdad es que no fue correcto por su parte pero fue una irresponsabilidad por la nuestra, ya que puede ser interpretado como falta de respecto. No lo volvimos a hacer.
En el mismo pueblo hay diferentes excursiones para hacer, sobretodo en barco. Nosotros hicimos tres excursiones, una cada día, a 20 euros cada excursión. Por 20 euros teníamos un barco privado para los 7 que aún continuábamos el viaje en este punto y visitábamos diferentes playas emblemáticas de la zona, acabando siempre en el lugar desde donde empezábamos. Nosotros decidimos no comprar la comida en el barco para abaratar el precio del viaje y porque leímos que la comida no suele estar en las mejores condiciones. En mi opinión lo que hay que hacer en El Nido es disfrutar de la playa. Es por eso que decidimos hacer las excursiones en barco.
El último día lo dedicamos a ir a Nacpan Beach. Ha sido considerada la mejor playa del mundo. No obstante este dato es muy subjetivo. Igualmente, a mí me encantó y la disfruté muchísimo. Fue un día ideal de relax y de despedida de este magnífico país.
Como conclusión final recomendar este viaje a todo aquel interesad en la naturaleza. En un viaje a Filipinas se pueden visitar playas, bosque, el mundo rural, ríos o incluso ciudades caóticas.
Nacpan Beach, El Nido, Filipinas
Conclusiones
- Si alquiláis una moto: regatead el precio al máximo, revisad la moto con atención antes de usarla y aseguraros que sois capaces de conducir el todo el día (para ir de Panglao a Chocolate Hills y volver)
- La gente en Filipinas es muy abierta de mente, el colectivo LGTBI es más que bienvenido
- Hay mucha gente joven a la que conocer y con la que pasar buenos momentos
- Los vuelos nacionales habría que cogerlos con antelación. La diferencia de precio puede ser muy importante. No esperéis a estar en Filipinas para coger los vuelos.
- Contráriamente a lo que pasa con los vuelos, los hostaes hay que cogerlos in situ. Esto es porque la mayoría de ellos no aparecen en internet. Normalmente los que no aparecen son los más baratos.
- Filipinas es muy seguro, igual que pasa con el resto de países del Sudeste Asiático. No obstante, un mínimo cuidado hay que tener en las ciudades grandes como Cebú o Manila.
- Las excursiones en barco por el Nido hay que buscarlas con detenimiento. Hay que mirar muchos sitios y intentar buscar el mejor trato. Muchas veces si sois un grupo de más de 6-7 personas podréis tener un barco privado por el mismo precio que compartido. Regatead hasta llegar a un precio que consideréis justo.
- No está bien visto bañarse desnudo en la playa por la noche (ni obviamente por el día). Topless tampoco.
- El camino de el Nido a Nacpan Beach es rocoso y peligroso en moto. Igualmente, si vais con cuidado todo es posible.
- Si podéis ir a un Karaoke os lo pasaréis muy bien. Nosotros fuimos a uno en Cebú.
- ¡Id a Filipinas!