Llegamos a Venecia en tren. Exactamente llegamos a la parada de Venecia-Mestre, desde Vicenza. No sabíamos aún donde íbamos a dormir. En el caso de dormir en un hostal Mestre es el sitio más barato. Cogimos nuestras pesadas mochilas y nos pusimos a andar. Finalmente encontramos una plaza con una iglesia y nos sentamos en unas escaleras.
Las horas pasaban y no conseguíamos encontrar un sitio donde dormir (aparte de los hostales). Encontramos a un chico por CouchSurfing que no nos podía hospedar pero que nos ayudó con el hostal. Acabamos en un hostal de nueva construcción, enorme, llamado Anda Venice Hostel (17€/noche). Tiene todo lo que puedes esperar de un hostal. Cocina para los huéspedes, zonas con ordenadores, habitaciones compartidas, un jardincito en el interior e incluso organizan alguna que otra fiesta.
Al llegar al hostal dejamos nuestras cosas en la cama y nos preparamos para cenar. Esa misma noche hacían una fiesta, era el último día del carnaval de Venecia. Nosotros no lo pudimos disfrutar pero sí que pudimos disfrutar de la fiesta del hostal.
Cuando llegamos a Venecia Santa Lucia empezamos a caminar. Nos fuimos perdiendo por las calles. Sin ningún rumbo concreto, simplemente íbamos por las calles que nos daban más curiosidad. Al cabo de un rato ya cambiamos de rumbo y nos dirigimos a la Plaza San Marco, la más emblemática de la ciudad. No había muchos turistas por haberse acabado el carnaval el día anterior. Si no os van las aglomeraciones, justo después del carnaval es una buena época para ir.
Seguimos andando pero esta vez hacia la zona de la academia. Cruzamos el puente a la otra isla. Allí nos esperaba la plaza Santa Margarita, cuesta encontrarla en Google Maps, pero está cerca del Club de Jazz de Venecia. Esta plaza está cerca de la universidad de la ciudad. Es por eso que los precios son más asequibles que en otros barrios. Aprovechamos para comernos una pizza. En el restaurante donde fuimos nos dejaron hacerla a nuestro gusto.
Cuando acabamos de comer nos dirigimos a la heladería Polo Norte. Por esta zona te das cuenta que también hay gente que vive en Venecia y que la vida no se basa tan solo en el turista. La gente pasea a su perro, se baja al banco a echar un cigarro o se junta con sus amigos en cualquier plaza.
Para acabar un día en Venecia, decidimos volver a Mestre andando. Había dos horas de camino hasta el hostal pero iba a merecer la pena. Antes de dejar la isla pasamos por el que creo que es el único parque de la ciudad. Se llama “Giardini Papadopoli” y está justo antes de salir de la ciudad dirección Mestre.
El camino de Venecia a Mestre es largo, unos 10 Km, pero vale la pena. Da la sensación de tener una experiencia completa de Venecia. Te das cuenta de la magnitud. Además, pasas por lugares que de otro modo no pasarías.
Llegamos al hostal, a las 8 de la tarde, habiendo andado casi 30 km en todo el día. No podíamos más. Así que nos duchamos, cenamos, trabajamos un poquito y a dormir. Con la sensación de haber aprovechado al máximo de un día en Venecia.