En este artículo vamos a tratar lo que para Viajeros con Ingenio es la calve para tomar buenas decisiones. La vida es larga cuando tomamos muchas decisiones y corta cuando se limita a vivir en bucle una misma experiencia. ¿Tomamos realmente decisiones o las circunstancias en las que nos encontramos vienen dadas por un agente externo o por un destino preestablecido?

A temprana edad, todas nuestras decisiones están condicionadas fuertemente por el Estado y nuestra familia, que nos obligan a ir al colegio, hacer extraescolares, hacer la comunión o a juntarnos con ciertos chicos y chicas. Más tarde crecemos y nuestro grado de libertad aumenta. Este momento vital es clave en la toma de buenas decisiones.

Cuando esto ocurre tenemos dos opciones, o bien buscamos otras obligaciones que nos proporcionen una excusa para no desarrollar nuestra creatividad vital o intentamos innovar a través de un camino que requiere de mayor flexibilidad y originalidad.

La naturaleza de las opciones en una decisión

Nosotros no sólo tomamos una decisión sino que antes creamos todas las opciones consciente o inconscientemente. Siempre vienen a nosotros aquellas opciones en las que hemos estado trabajando más, en las que hemos estado pensando con mayor frecuencia. Otras opciones son proporcionadas por la sociedad y también pueden resultar en una buena decisión.

En mi caso desde bien pequeño pensaba en viajar. Primero quería ir al extranjero a aprender inglés, luego estudiar en el extranjero y cuando acabé la universidad pensé en viajar por todo el mundo. Siempre he tenido la limitación económica que superé cuando me di cuenta de que no se necesitad dinero para viajar ya que este puede ir viniendo por el camino.

Ahora mismo, desde Suecia, me doy cuenta de que lo que estoy viviendo es lo que llevo pidiendo durante tanto tiempo, viajar sin una limitación económica. De lo que me estoy dando cuenta ahora es de que siempre he tenido esta limitación en mente y que por eso, quizá, no ha venido a mí la posibilidad de ganar dinero en cantidades importantes. Siempre he pensado que viajar y ganar dinero no van juntos, relacionando la vida nómada con la supervivencia.

Quiero, por tanto, cambiar ese concepto y pensar que el dinero puede venir en cualquier momento de la manera más inesperada. Abriéndome a estas posibilidades les daré la pista de aterrizaje que necesitan.

Para recordarme que todo lo atraigo Yo, he colgado en la pared de la cocina de la casa donde vivo una hoja con la cantidad de dinero que quiero que venga a mí a corto plazo, 1,000,000 €. Para algunos puede parecer una broma pero al haber identificado la relación entre la realidad y mis pensamientos, a mí me parece posible.

Puedes encontrar más información y reflexiones en Despertando Consciencias.

Ley de la atracción

Ejercicio para la atracción de riqueza

¿Hemos tomado una buena decisión?

Todas las decisiones que tomamos son la mejor decisión que podríamos haber tomado en las circunstancias en las que nos encontrábamos en un momento concreto. Eso no quiere decir que no tengamos que trabajar para atraer mejores opciones para que las decisiones también mejoren. Todo es un proceso de aprendizaje y empieza por identificar nuestra situación hoy.

Debemos estar orgullosos siempre porque nunca hemos estado tan cerca de la felicidad, nunca hemos estado tan cerca de conseguir lo que queremos. El pensamiento positivo es parte de la clave de todo lo que estoy exponiendo hoy en este artículo. Tomar buenas decisiones es un arte dinámico que requiere de creatividad y positivismo.

Además, independientemente de todo esto, ¿qué más da tomar buenas o malas decisiones si siempre podemos cambiar? A lo largo de la historia de la humanidad y seguramente de nuestra propia historia nos hemos visto presos de nuestras decisiones. Ser conscientes de que nuestras decisiones son siempre modificables es la única solución.

De hecho, como escribía en la introducción de este artículo, la vida es larga si podemos tomar diferentes caminos y vivir diferentes experiencias. Tomar una buena decisión o una decisión a secas nos acercará a rincones de nosotros mismos inexplorados pero que pueden ser de gran belleza.

El cambio, la vida en zig-zag para tomar buenas decisiones

En relación a lo escrito en los anteriores apartados de este artículo, no hay que imaginarnos nuestra vida como una línea recta, ascendente, sino como un conjunto de experiencias, en movimiento. Si lo quisiéramos expresar en dos dimensiones sería algo más parecido al zig-zag que dibujan las afiladas hojas de los patines sobre hielo.

La idea de que la vida es un avanzar constante hacia adelante o hacia arriba nos frustra y nos hace comparar unas experiencias con las otras. La mejora no está en el crecimiento constante sino en el aprendizaje. Si queremos ser sabios aquí y ahora tenemos que enfrentarnos a pequeños conflictos que nos pueden parecer un retroceso en nuestro avanzar.

Esta idea me surgió cuando mi jefe me llamó a su despacho el día que decidí abandonar la oficina para siempre. Me comentó que la vida es una línea recta y que ahora que había empezado mi carrera labora, ¿cómo podía ser que lo quisiera dejar todo para viajar?

Él no podía esta más errado ya que dejar de trabajar allí no quería decir en ningún caso dejarlo todo a un lado ya que esa experiencia queda como parte de mi historia personal.

El concepto de zig-zag es positivo también para no tener miedo a probar cosas nuevas ya que no tenemos que llegar a una cima hipotética constantemente. Es la opción que a mi me produce más paz.

La juventud del siglo XXI. Después de la universidad, una época para tomar buenas decisiones.

Hay ejemplos concretos sobre esto que estamos discutiendo en este artículo sobre cómo tomar buenas decisiones. El que a mí me parece más característico es el paso de la universidad al mundo laboral.

¿Qué edad tenemos en este momento, 21, 22, 23 años? ¿Quizá algo más? En este momento en el que aún nos queda tanto por descubrir sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea la sociedad pretende que empecemos un trabajo de ocho horas al día de lunes a viernes. Para muchas personas, realmente parece no haber otra opción.

Para mí había dos opciones, continuar estudiando hasta el infinito o dejar de estudiar y ponerme a trabajar. Decidí trabajar porque necesitaba cambios y ahorrar para poder viajar, algo en lo que ya pensaba. Ese periodo de trabajo fue parte de mi proceso pero seguramente había más opciones que por mi ceguera parecían no existir.

La vida laboral, el trabajo remunerado, está ahí siempre dispuesto a ser una opción, así que no dudéis en buscar otras vías que os ayuden a realizaros.

¿Tiempo, dinero o Todo?

Una vez vemos más opciones y quizá este es el punto en el que me encuentro yo, parece que tengamos que decidir entre dinero y poco tiempo libre o mucho tiempo libre y poco dinero.

Tomé consciencia de esto hace un par de semanas hablando con un amigo que ahora está ganando bastante dinero aquí en Suecia con su trabajo de ocho horas al día de lunes a viernes. Pensé que yo había decidido no ganar dinero para vivir la vida que ahora estoy viviendo. De hecho, desde el principio he pensado que esta experiencia no me va a traer “riqueza” y por eso no la ha traído. Se puede decir que decidí no ganar dinero.

Pero también podría cambiar el concepto y pensar que todo esto es parte de mi camino hacia la riqueza y que esta puede venir en cualquier momento. Desde hace poco que he decidido que mi experiencia aquí no está reñida con una buena economía y es otro de los motivos por el que he colgado la hoja de papel con el millón de euros escritos.

Hasta aquí mis consejos y mi experiencia sobre cómo tomar una buena decisión, espero que os haya motivado y ayudado a identificar aquella de las opciones que os produce más amor.

Por cierto, no olvides visitar nuestro canal de YouTube, en Conversaciones con Ingenio encontrarás reflexiones que pueden darte otro punto de vista.