Después de cinco meses preparando nuestro barco velero decidimos cruzar el Mar del Norte, desde Suecia hasta Inglaterra. Para ser concretos, cruzamos desde la isla de Orust, a unos 50 km al norte de Gotenburgo (costa oeste) hasta Plymouth, una ciudad del oeste del Canal de la Mancha.
Nuestro viaje duró 6 días y medio y recorrimos unas ochocientas millas náuticas. Fue rápido y placentero y considero que no pudimos tener mejor suerte. Pero esto sólo es verdad en nuestro segundo intento.
Salimos por primera vez el 26 de agosto de 2021, con un poco de prisa ya que nuestro próximo destino era el Mar Cantábrico o Bahía de Vizcaya, como les gusta llamarlo en otros idiomas.
Para cruzar el Mar del Norte hay que ser conservador. Los patrones meteorológicos no son tan previsibles como en otras latitudes o sistemas. Tenemos que tener en cuenta todas las posibilidades como por ejemplo hacer uso del canal de Kiel.
Primer intento para cruzar el Mar del Norte
Nosotros cruzamos por el norte de Dinamarca y en nuestro primer intento, ahí fue donde nos quedamos. Fuimos optimistas a la hora de planear la travesía y pensamos que el tiempo sería más benévolo.
Una tormenta nos rompió la génova y cuando la estábamos sustituyendo por una vela de emergencia hicimos un giro descontrolado que nos arrancó la botavara de cuajo. Sin vela principal ni génova tuvimos que darnos media vuelta hacia Suecia, donde reparamos los desperfectos y donde nos preparamos para el segundo intento.
Como ya he dicho teníamos prisa para cruzar el Mar del Norte porque en todos los blogs de navegación recomiendan cruzar como muy tarde a mediados de agosto. Pero estas mismas recomendaciones fueron las que provocaron la desesperación que condujo a cruzar durante una ventana meteorológica demasiado estrecha.
Cruzar el Mar del Norte en velero y cualquier otro mar requiere de paciencia, planificación y anticipación.
Mar del Norte, juego de nubes y luz
Segundo intento cruzando el Mar del Norte
Una vez reparamos la génova y la botavara esperamos a que la situación meteorológica fuera perfecta y a principios de septiembre cruzamos el Mar del Norte en velero. Creo que tuvimos una experiencia excepcionalmente buena.
Pero no fue una excepción. Realmente, siempre se pueden encontrar buenos vientos para cruzar el Mar del Norte. La clave es no tener prisa y esperar a que los indicadores meteorológicos sean inequívocamente positivos.
Cruzamos desde Orust hasta Plymouth, desde Suecia hasta Inglaterra, con viento totalmente a favor y viajamos con una configuración en la que teníamos la génova en babor y la vela principal en estribor la mayoría de nuestro trayecto. Fue maravilloso.
Consejos
La prisa es mala sin excepciones. Muchos de los blogger que escriben sobre navegación viajan con unas fechas establecidas y por eso la recomendación de cruzar tanto el Mar del Norte como la Bahía de Vizcaya o Mar Cantábrico antes de Septiembre.
Al final, todo depende de la situación concreta en la que uno se encuentra y muchos septiembres o incluso octubres pueden ser mejores que muchos agostos.
El tiempo manda y si la ventana meteorológica es estrecha y necesitáis salir del Báltico, una buena consideración es hacer uso del Canal de Kiel o quizá hacer el viaje con una parada en medio, tipo Países Bajos. Nosotros preferíamos navegar con las velas para vivir la experiencia al máximo y para ahorrarnos el diésel que tendríamos que haber usado en el canal. De todas formas, después de la experiencia vivida, no volvería a arriesgar con la situación meteorológica.
Nosotros siempre consultamos varias fuentes. Normalmente nuestra página web favorita es Passage Weather.
Un poco de historia personal, antecedentes a cruzar el Mar del Norte
La tripulación de Tosimoh, el barco velero en el que viajamos, es prácticamente inexperta. De hecho, cuando cruzamos el Mar del Norte, la única persona que tenía algo de experiencia era el dueño del barco.
Yo y otro miembro habíamos ido desde la costa oeste de Suecia hasta la costa este. Esa era nuestra única experiencia. Mirad nuestro post de Tosimoh para conocer más sobre cómo Viajeros con Ingenio ha acabado en un barco velero y el proceso de aprendizaje que nos lleva a cruzar el Atlántico este año 2021.
El hecho de ser inexpertos añadió peligro a la situación. Pero las personas sacamos la fuerza del lugar más recóndito cuando es necesario. Todos vibrábamos en frecuencias demasiado altas para sufrir un accidente fatal. Y así se hizo patente, nadie sufrimos daños y al final sólo quedó la experiencia y el aprendizaje.
Aprendizaje emocional
Recomiendo estar en una buena situación emocional antes de hacer un viaje que conlleve algo de riesgo. Si estamos vibrando en positivo y nos aseguramos que nuestra tripulación también lo está, tenemos mucho ganado.
Es importante meditar y reflexionar sobre nuestro presente, sanar las heridas y entonces emprender el viaje. No queremos atraer mala suerte en el medio del mar, vulnerables ante las inclemencias meteorológicas.