Noche previa al paraíso
Después de intentar practicar el acto de dormir sobre un suelo duro y frío toda la noche, el día nos alcanzó. Sinceramente no pasé miedo pues Korcula el paraíso de Croacia nos había dejado claro que estaba más vacía que el vacío existencial que me persigue.
Las vistas que ayer fueron lucecitas a oscuras ahora eran montañas arropando pequeñas calas cristalinas. Y sólo nosotros éramos testigos. Una silla de mimbre nos acompañó toda la noche y esa mañana a las 7am la meta fue sentarte y contemplar sin más.
Sacos secándose en el lugar exacto donde pasamos la primera noche a la deriva.
¿Dónde dejamos la maldición, las mochilas?
El primer día en la isla marcó un antes y un después en nuestro récord de madrugar. Siempre andamos haciendo broma de que día nos hemos superado más.
Muchas veces no sabemos siquiera que día es y entonces estallamos en risa. Porque es sábado y nos hemos levantado a las 8 am.
En fin, volviendo al tema. Quería explorar el territorio inhóspito de la isla y las mochilas no vendría con nosotros por su puesto.
¿Que hicimos?
Fuimos a uno de los pocos bares abiertos y nos tomamos un café. Después le propusimos que nos guardara las mochilas hasta la noche. El hombre con mucho gusto nos cedió su espacio.
El bar se llama DEJA VU. No es precisamente barato, pero tiene muy buen café y es de os pocos bares que abren en la isla croata si no es temporada. Aunque por lo que parece en la página de Facebook lían unas fiestas en verano. Nada que ver con nuestra experiencia jajjaja.
Visitar Lombarda en la isla croata de Korcula
Como siempre, Nil ya tenía un plan pensado. Podíamos ir al pueblo más cercano, Lumbarda. Caminar hasta allí por en medio de la isla y después bañarnos, tomar el sol, comer algo etc.
El sol se presentaba intenso, el verde frondoso nos rodeaba y el mar siempre a nuestra vera. Independientemente de la insolación el ambiente que creamos nosotros y la isla era como estar en un sueño.
No tardamos en llegar a Lumbarda. Un pueblo pintoresco y bastante pequeño, pero lleno de rincones secretos desconocidos.
El paraíso está en Lumbarda en primavera
Después de tomarnos una cervecita con frutos secos en un banco en frente a una calita, emprendimos de nuevo el rumbo.
Un descansillo para coger energías frescas.
Un paseo marítimo prácticamente mimetizado con las rocas rodeaba esa zona de la isla. Al girar la primera curva el paraíso se abrió paso. Un mar cristalino con uno de los azules turquesa más puros jamás visto.
Costa Croata, uno de los paraísos de Croacia
Como en todos los rincones que hemos visitado de la costa de Croacia, el mar se ordena por pequeñas calitas de agua.
Orillas estrechas de arena o de piedras. Rocas y vegetación compartiendo espacio. Los erizos descansando bajo el agua, absorbiendo la luz brillante que les cae encima.
Dios tiene un plan para mí y es este.
Como Eva y Adán en el Edén
Pasamos varias playitas, pero algo en nuestro interior nos decía que podías continuar un poco más. La sensación cada vez iba a mejor.
Las montañas grises, el mar grande azul, y las islas en medio verde. Nadie en el entorno y el sol calentándonos.
Llegamos, a la playa en forma de diosa muda. Una extensión de unos 200 metros de agua bajita. Toda la gama de colores estaba allí. Solos en aquel lugar me sentí como Eva y Adán en el Edén.
Prendimos un porrito que nos regaló Alberto en Sarajevo. Todo junto era como un orgasmo mental.
Nos metimos un bañito de unos 15 minutos. Lejos de la orilla y en medio del mar parecíamos hijos de la tierra como una patata que sale del suelo. Sin duda Korcula el paraíso de Croacia tiene unas playas que sobrepasan tus sentidos
Al salir no podíamos dejar de reír. El tiempo se paró en el crujir de nuestros pies en la arena fina mojada. Paseábamos sobre ella mientras dejábamos que nuestra mente hablara a través de nuestra boca todo lo que quisiera.
Andar sin buscar nada y encontrarte esto…
Vuelta a Casa
De nuevo volvíamos a Korcula. Senderos de viñales al atardecer nos acompañaron.
Recogimos nuestras mochilas del bar y decidimos ir a dormir al mismo sitio del primer día.
Cambio de planes, nuevo hogar
El sitio estaba ocupado por unos muchachos aparentemente pasando el rato. No tenían pinta de irse, así que nos fuimos nosotros a buscar otro lugar. Ya lo tenía pensado.
El bar con las mesas a fuera
Uno de los bares del pueblo que también estaba cerrado por supuesto, tenia las mesas fuera. Allí habíamos cenado la primera noche y la segunda. Korcula es el paraíso de Croacia, pero fuera del verano es desierto como el Sahara.
Pero también tenia una parte superior en plan terraza muchas mas cubierta y agradable para dormir.
Justo antes de dormir
Justo antes de dormir. Ya dentro del saco y estirado en el suelo, unos ruidos daban la sensacion de que había alguien. Para colmo al Nil le empezó a sonar una canción del Facebook o del Instagram a tope.
Así que de repente un hombre nos gritó algo en croata.
Los dos nos miramos estirados fijamente unos segundos y nos incorporamos. “Hello” fue lo único que se me ocurrió decirle.
El hombre era el dueño del bar y nos dijo “Go away, what are you doing here”.
Nil le explicó que queríamos dormir en la playa, pero había gente y entonces vimos que este sitio era resguardado y estaba vacío.
Ya nos estábamos sacando los sacos cuando nos dijo que podíamos pasar la noche allí. Pero que por favor no le tocáramos nada.
Le dimos las gracias y no acostamos. Al día siguiente debíamos coger el ferry a las 9 de la mañana para poder llegar a Duvbrovnik o Montenegro a una hora decente.
Listos para pasar otra noche a la intemperie.